domingo, 20 de noviembre de 2011

incompleta...


¿A veces no te sientes con la sensación de que te falta esa parte de ti que te completa? Cómo cuando comienzas ha hacer un puzzle en el que te das cuenta de que de que cada pieza se complementa, aunque lo que realmente molesta es cuando te das cuenta que una vez terminado ese puzzle, te falta una pieza importante, que a pesar de buscarla no eres capaz de encontrarla. Pues, aunque no lo creamos, nosotros somos muy parecidos a un gran rompecabezas en el que cada pieza es la representación de cada parte que nos componen y cada una de ellas hacen que seamos lo que somos, que nos comportemos como en cada una de ella está codificado, que seamos quienes somos. Lo más importante de todo es que a veces, esa misma pieza es la pieza crucial que falta en ti, ya que es esa pieza que es capaz de levantarte a pesar de que te derrumbes y caigas de nuevo al suelo. Y esa pieza se corresponde con esa persona que siempre es capaz de sacarte una sonrisa de a pesar de cualquier circunstancia, cualquier hecho. Sólo pensar que pierdes esa chispa que necesitaba tu vida, porque sabes que sin esa parte no serás totalmente feliz, porque sabes que sin ella te falta la parte más importante de tu rompecabezas. A veces te paras a pensar en todo lo que hiciste con esa persona, lo que disfrutabas hablando con ella, siendo parte de su vida, y se te cae el mundo encima. Porque piensas en él o en ella y comienzas a sufrir, y es justo en ese momento en cuanto le necesitas, porque sufres como nadie, porque sabes que le necesitas pero no te tiende la mano en ese preciso momento. Te sientes frío y desolado, sientes como estas entre unas 4 paredes lúgubres y oscuras, de donde no ves que entre ninguna pizca de luz, y te sientes solo y sin esa chispa de vida que te falta y que sabes que necesitas. No soportas ver como días, semanas, meses o años pasan por delante, después de todo lo sucedido, y veces lamentas haber conocido a esa persona pero...¿qué narices? ¿cómo cambiar todo aquello tan maravilloso y tan inmutable como es cada minuto que as pasado con esa persona, la seguridad que te brindaba con solo saber que estaba ahí dispuesta a solucionarte un problema o guiarte? Sabes que le necesitas a pesar de todo lo ocurrido porque, era la persona en la que confiabas para que te ayudara con las malas soluciones, te guiaba por el camino perfecto, o por aquel por el que menos ibas a sufrir, pero parece ser que esa persona, esa que es tu enfermedad y a la vez tu antídoto, es la que te ha sumergido en ese caos y en esa profunda agonía, porque sientes que cada día que pasas sabiendo que no lo tienes cerca tuya, o incluso al otro lado del teléfono, es un día más que caes al suelo, después de haber tocado el cielo habiendo estando con ella, y ves como te precipitas al suelo sin ningún tipo de frenado. Lo único que te queda por esperar es que vuelva a entrar en tu vida para que se quede o que no vuelva nunca más, pero que te lo diga, porque entonces la agonía cada vez es mayor y el sufrimiento se hace cada vez más arduo. Y sólo deseas levantarte de nuevo, seguir adelante y esperar que tu mente te juegue una mala pasada y te ayude a olvidar todo ese maravilloso tiempo que le tuviste cerca...

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